El tercer álbum de estudio de los multitudinarios canadienses Arcade Fire, me ha llevado un poco más de tiempo para digerir de lo que esperaba. Si bien mantiene una firma orquestral de la cual Win Butler y compañía son muy afectos ("Ready to start" es un clarísimo ejemplo) tato el sonido como la atmósfera que rodean a The Suburbs se aleja de ese tono apocalíptico y en ocasiones contestatario de Neon Bible, que no me malentiendan a mí particularmente me parece un disco de proporciones magníficas, tal vez por mi tendencia a lo apocalíptico y grandilocuente. Este disco es más cercano a Funeral aunque también más maduro, líricamente tal vez no sea el más profundo, es mucho más mundano y tal vez un poco obvio en el retrato de una realidad global decadente. Si bien el tono no es de resignación, la interpretación vocal no lo permite, tampoco es un grito de denuncia, suena más a una confesión sin demasiadas pretensiones. "Month of May", "Wasted Hours" y "We Used to Wait" son ejemplos de ello, esta última incluso evidencia su naturaleza, volcandose sobre sí misma hacia el final — y a reserva de verme demasiado mamón citando el término—en una suerte de mise en abyme:
We used to wait for it
We used to wait for it
Now we're screaming sing the chorus again
Otra de las cosas que me parecen destacables en este álbum es que a pesar de que las cuerdas siguen presentes, en las mejores canciones del disco predominan más los sintetizadores, parece que las "segundas partes" les gustaron para ello: "Sprawl II (Mountains Beyond Mountains") y "Half light II (No Celebration)"cuyos teclados sobre todo hacia el final, tienen reminiscencias muy "neworderianas" si se me permite el barbarísimo barbarismo.
Por último y aunque un poco inconexo sólo quiero decir que la canción "Empty Room" tiene una guitarra perdida en las capas que me parece totalmente secuestrada del Loveless.
Y ya.
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