Friday, August 19, 2011

Una historia violenta...(MUAC, Cine Alemán, Beisbol y Metrópolis)

Tiene ya un par de semanas que no escribo nada, pero parece que fue hace meses. Esto es creo en gran medida a que he estado particularmente ocupado, tanto en asuntos más recreacionales digamos como con otro tipo de responsabilidades académicas (sí, leyó usted bien) y laborales.


Voy a tratar de empezar a aclarar el título de este blog, por orden cronológico. 


I
MUAC, sábado 13 de agosto, Ciudad Universitaria.




Al menos tres de las cuatro exposiciones que había en el MUAC estaban inspiradas y/o documentaban un asunto violento. Tal vez la más impactante (por conceptual/visceral supongo) fue la muestra de Enrique Ježik. Obstruir, destruir, ocultar. Hay un cuarto donde se ven unos bloques gigantescos de vidrio blindado con impactos de diferentes armas y con un par de bocinas se reproduce constantemente el sonido de las balas... que fortuna la mía que tengo que ir a un museo para oir eso y no esconderme mientras eso pasa enfrente de mi casa. El solo hecho de permanecer un momento ahí fue verdaderamente escabroso, el escuchar las detonaciones, aún sabiendo que eran sólo grabaciones del proceso de la "pieza" era causa de un sentimiento bastante jodido.


Otra cosa que me impactó fue un mural en proceso, que recapitulaba momentos de protestas sociales, tanto en el país como en el mundo. No fue la técnica sino el hecho de ver en la pared el famoso logo de no + sangre. El hecho de que esté en un museo no sé si lo hace más vigente o en realidad es la tragedia a la que están condenados los movimientos sociales en este país donde todos podemos quejarnos, pero nunca hacemos realmente nada.






II
¿Quien sino nosotros?, sábado 13 de agosto, Cineteca Nacional.


Alemania en los 60 través de los ojos de tres personajes (basados en personas reales). Una historia larga por momentos no tan interesante, pero que refleja un aspecto no tan conocido (así es, ¡otro más!) el movimiento "comunista" de la juventud alemana que buscaba despegarse de la amenaza estadounidense y marcar distancia del movimiento nazi. Al final se trata más de la vida de una pareja que termina y se rencuentra una y otra vez, hasta que como suele ocurrir... dejan de hacerlo. Siento que no estoy diciendo nada y tal vez sea cierto pero es lo que ocurreo cuando en una película se proponen decirlo casi todo. Parte de la semana de Cine Alemán de la Cineteca Nacional.





III
Diablos vs Sultanes, martes 16 de agosto, Foro Sol.


Creo que estoy haciendo cuadrar mi historia de forma un poco tramposa pero no me importa porque para eso este es mi blog y los tres lectores que debo tener no creo que se molesten mucho... En fin el martes fui otra vez al beisbol, esta vez a presenciar el sexto partido de la serie entre Diablos y Sultanes, con los primeros adelante 3-2 este podría haber sido el último partido... pues no. Los Sultanes le metieron una madriza de 17 a 6 a los "pobres diablos" y hubo tres conatos de bronca... ninguno pasó a mayores. Pero bueno hubo mucha violencia al menos contra la pelota que fue bateada en 22 ocasiones por los de Monterrey (que por cierto también es una ciudad violenta).






IV
Metrópolis, miércoles 17 de agosto, Auditorio Nacional.


Está bien pues, el título era una farsa comercial para atraer más visitas-por-casualidad a este blog que no lee nadie. Pero tienen que admitir que la obra de Fritz Lang y sobre todo en esta versión restaurada y con los 26 minutos adicionales que habían sido censurados en las copias que conocíamos antes de que esta fuera encontrada en un museo de Buenos Aires, es una película de una violencia visual bastante impactante para la época. La película fue musicalizada en vivo por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y fue una muy grata experiencia, además de que pude tomarle una foto al trasero del robot original de María que estaba exhibido en el lobby del auditorio...






También tomé el frente por si alguien le interesaba...




y eso es todo por ahora.

Monday, August 1, 2011

Bloody Mondays and Strawberry Pies / Los viajes del viento

Fin de semana de cineteca... después del frustrado intento por llegar a tiempo para ver Exit Through the Gift Shop el jueves pasado y después de asimilar que ya no la iban a volver a pasar en todo el ciclo de documental que organiza el CCC (mas info aquí), pues uno se queda con las ganas de ir al cine, y más específicamente de ira la cineteca a ver algo que uno no podrá ver en otro lado, de sentirse especial y culto, ustedes saben... bueno el caso es que el sábado daban una película colombiana llamada Los viajes del viento que parecía bastante interesante, "¡vamos, vamos!" y claro llegando ya no había boletos.


Al final, esto resultó no tan mal pues ya estando ahí obviamente unoquiereverloquesea, lo que sea terminó en una película holandesa que formaba parte del ciclo antes mencionado llamada Bloody Mondays and Strawberry Pies desde que en el prefacio de la película se advertía que la voz en off  tomaba citas de Memorias del subsuelo de Dostoievsky y American Psycho de Brett Easton Ellis, una sonrisa torcida se dibujó en mis ojos. La película que se presenta como documental es un claro ejemplo de la amplitud de este género y de las muy interesante posibilidades que ofrece. En este caso se trata más bien de un ensayo existencial a través de "retratos" muy distantes tanto en lo social como geográficamente pero sobre todo filosóficamente, por más manoseada que esta palabra esté. Una y otra vez escuchamos la narración de Malkovich repetir "How many people in the world are like me?" que en este contexto más que un grito de ayuda o muestra de baja autoestima, evidencia la normalidad de un mal común, cada vez más común... el aburrimiento, el tedio y como una bofetada lo enuncia: tú no eres especial.


Por fortuna, Los viajes del viento  también la pasaban hoy, así que al menos no me quedé con las ganas. No sé muy bien como empezar. La historia comienza en cierta forma intrigante pero conforme avanza se convierte más en un pretexto para mostrarnos una parte de la geografía colombiana y de paso su cultura. Cualquiera que medianamente me conozca sabe que yo no soy un aficionado de la música "folclórica"  (perdonen ustedes la grosera generalización) pero también sería bastante estúpido de mi parte no reconocer su valor y además admitir que en ciertos contextos incluso la disfruto. Este fue el caso con esta película que insisto más allá de una trama que se difumina, visualmente está muy bien lograda con una excelente fotografía y un muy buen trabajo de edición.