Monday, November 28, 2011

El regreso del catéter doble jota...

Hace poco más de dos años, un dolor infernal en el vientre me hizo caer en el hospital después de haber ido estúpidamente a tratar de trabajar... aunque originalmente los síntomas hicieron pensar a los médicos que se trataba de apendicitis, las placas y un ultrasonido revelaron que en realidad se trataba de piedras en el riñón. Bueno, piedras que surgieron en el riñón, pero que ya no estaban ahí, sino bajando por un conducto muy delgado -principal razón del dolor del infierno.


Mi convalecencia de ese episodio, fue en parte lo que dio origen a este blog que ahora tiene tantos lectores como... bueno creo que eso no ha cambiado mucho en dos años.


El jueves pasado justo terminando de comer empecé a sentir dolores muy similares a los que me aquejaron esa ocasión, no disminuían y esta vez no dudé, así que inmediatamente le pedí a un amigo que me llevara al mismo lugar...



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Ya estando ahí, tuve que repetir la historia como un millón de veces a un millón de personas (doctoras guapísimas, enfermeras sexys, ustedes saben...) que eventualmente, tal vez porque mi versión fue la misma después de tantas ocasiones, me dijeron que todo parecía indicar que efectivamente se trataba de otro episodio de piedras en el riñón.


De modo que fui admitido una vez más y dirigido hacia la habitación número 5105 con espectacular vista a la avenida ejército nacional.




Así que una vez más, los trámites de rutina, tarjeta de gastos médicos, llenado de papeles, tarjeta de crédito para gastos incidentales, depósito para control remoto, hablar con la dietista, repetirle tres veces que soy vegetariano, que el pollo no es un vegetal, hablar con la enfermera (son un millón: todas distintas, todas iguales) que sí que me sigue doliendo, que sí que necesito más analgésicos, que odio las inyecciones, que si no me pueden pasar el analgésico por la vía que ya está metida por mi vena (una que tuvieron que tratar de meter dos veces), que ni modo que me inyecten porque me sigue doliendo, que no puedo no ponerme duro porque me van a meter una maldita jeringa, que me va a doler más, que ya lo sé...
[espacio de la trama que no pienso compartir que hace la situación un poco menos terrible, pero también un tanto más triste, eventualmente]
Ver Dr. House en el hospital no es tan emocionante como pensé que lo sería, al menos es un episodio de la nueva temporada con la china chistosa y con House amargado y solo como tiene que ser.




Viernes por la mañana, me llevan a hacer una tomografía bastante temprano y me dicen que mi doctor (así es, aparentemente si un doctor te atiende una vez, entonces ya ese es "tu" doctor para siempre) vendrá a verme más tarde. Una hora después llega: "¿no le da vergüenza estar aquí?", la verdad sí, "mucha", le contesto. Tengo 31 años y es mi segunda visita al hospital por el mismo motivo en menos de dos, mi condición física es más o menos deplorable, a pesar de que trato de usar la bicicleta (uno de los mejores y más bienintencionados regalos que he recibido), mi trabajo no me ayuda y mucho menos la forma en la que he estado abordando esa situación últimamente, mi vida en suma parece estarse yendo a la mierda otra vez...
Prolepsis: Hoy hablé con una amiga muy, muy, muy querida con quien hacía años no lo hacía y me dijo, algo así como "Samuel, nosotros tenemos mentes muy poderosas pero las usamos para atraernos la tragedia y eso está mal..."
El doctor me dice que tengo una piedra del tamaño de una lenteja y que si no "sale" durante el día, tendrá que volver a hacerme cirugía para destruirla... space invaders all over again.


Cuando escuché del tamaño de una lenteja pensé que lo mejor era que no se moviera, seguí en ayuno durante todo el día y nada pasó, en la noche me drogaron y al otro día temprano se programó la cirugía. Esta vez les pedí que no fueran tacaños con la anestesia y que en cualquier caso prefería que se les pasara a que les faltara. Funcionó muy bien porque apenas recuerdo que me dijeron cuente hacia abajo y adiós, después de eso estaba de vuelta en mi habitación todo el día fue un poco nebuloso.


Ayer domingo me la pasé un poco mal porque un estúpido hipo me estuvo jodiendo todo el día y créanme cuando uno tiene metido un maldito catéter, lo último que quieres es que tu cuerpo tenga espasmos sin control. Por la noche al fin me quitaron la vía a mi vena y al menos pude dormir un poco mejor.


Hoy al mediodía  me dieron de alta, apenas comencé a caminar hacia fuera del hospital y el dolor familiar se hizo presente... el regreso del catéter doble jota.

Sunday, November 6, 2011

red eyes and tears no more for you my love I fear...

Black Rebel Motorcycle Club, Ibero Fest, UIA, 5-nov-2011


Casi no iba a ir a este concierto, bueno en realidad "festival" aunque no tengo ni idea de cuál era el cartel, llegué justo como 10 minutos antes de que BRMC empezara a tocar y era lo único que me interesaba.


Hace tres años que los vi por primera vez en el Salón 21, un concierto redondo de casi tres horas... increíble. Debo confesar que a las últimas dos producciones de estudio no les he hecho tanto caso, salvo alguna que otra canción y particularmente del Beat the Devil's Tatoo, escuché el sencillo homónimo y ya. Aunque el set que presentaron en el Ibero Fest estuvo integrado en su mayoría por canciones de los tres primeros discos, las canciones "nuevas" (para mí, porque el disco salió en 2010) fueron una agradable sorpresa. Particularmente "Half State" y la que cerró "Shadow's Keeper" al menos en sus versiones en vivo de más de 10 minutos enseñan una faceta que no le había visto a BRMC, composiciones que evolucionan lentamente y que pasan de la saturación a la armonía una y otra vez, no en el estilo del post-rock (e.g. Mogwai) y guardando de alguna forma el sonido característico de la banda pero indudablemente transitando otras formas de composición incluso más "progresivas", si se quiere.


Por otro lado canciones ya clásicas en el repertorio como "Red Eyes and Tears" (creo que mi favorita), "Stop", "Spread Your Love" por mencionar algunas, son ejecutadas con una precisión y al mismo tiempo una fuerza casi primitiva que hacen que uno inmediatamente se conecte con ese estilo de "puro" rock and roll que nos pone a mover la cabeza y tocar la guitarra inexistente que uno siempre trae colgada... fuck yeah.


Llegué 10 segundos tarde y no me pude quedar con el setlist, aquí una foto.