...solo me dieron ganas de escribir, así que cuidado porque si cuando pienso que vale la pena luego salen unos fiascos, ahora en verdad no sabemos qué podemos esperar.
Me dieron ganas de una suerte de exorcismo light... porque no me estoy azotando y no se trata de eso... se trata de nada, no de esa "nada" ingeniosa como Seinfeld, nomás de nada. De golpear este teclado de la computadora que no había encendido hace siglos, de poder estar en un cuarto que ya no es del terror (una persona estaría muy contenta de escuchar eso).
Estoy entonces hablando de nada, trabándome con este teclado y corrigiendo mil veces las palabras porque así somos de obsesivos, sí, ya de pronto somos la primera persona del plural, no sé por qué. Supongo que siempre será mejor que la tercera persona, ni que fuéramos Hugo Sánchez.
No sabemos lo que queremos pero cada vez nos acercamos a saber mejor lo que no... eso queremos pensar, al menos.
no queremos decirte que estamos bien, pero no estamos ya tan mal.
queremos y no queremos que lo sepas, y no sabemos muy bien quién es esa persona a la que le estamos hablando (es en serio, no sabemos) en una de esas, somos nosotros mismos, pero no podemos aceptar así, sin reparos, nuestro optimismo.
(¿esto es optimismo?)
desconfiamos
siempre
siempre de nosotros
pero también creemos.
lo nuestro no es un problema de autoestima, es incluso de soberbia... mal encausada. Porque creemos que nos conocemos demasiado bien, tanto que nos paralizamos y no hacemos nada para detener todo eso que "sabemos" -ajá, esa es la trampa- que hacemos mal o que dejamos de hacer aún cuando todo el sentido común nos dice que tendríamos que hacerlo.
Es un asunto de cobardía implícita también, lo cual resulta penoso para quien se considera una persona medianamente inteligente... como decía no hay falsa modestia acá.
estamos hablando de nada y creo que de algo sirvió.
buenas noches.
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