Quiero pensar que justo ahora sólo estoy un poco cansado de los festejos cumpleañeros y no que voy a comenzar una resaca de un año... pero de pronto me siento un poco así. Estuve muy, muy, muy contento el día de la fiesta, me la pasé increíble y me dio mucho gusto compartir esa felicidad con mis amigos y mi familia. Casi me cuesta reconocer que estas últimas líneas hayan sido escritas por la misma persona que ha escrito todo lo demás en este blog, pero así es.
Justo en este momento ese entusiasmo festivo ya no se siente así, no porque no haya sido verdadero, sino porque ya terminó. Aún estoy muy entusiasmado por el rumbo que tomará mi vida en una nueva ciudad y con un nuevo trabajo, pero en este momento me siento triste y así lo aceptaremos. Porque tal y como le citaba a un amigo el otro día:
la tristeza es natural y es justa,
y es lo que debe haber en el alma
cuando sabe que existe.
de "El guardador de rebaños", Alberto Caerio