Comienzo escribiendo con "Batcat" de fondo, un poco paradójicamente con mi cita de esa canción tan buena de Elbow, aunque creo que hay cierta empatía en la violencia.
Debo detenerme un poco para limpiar la ceniza en el teclado, lo cual continúa el tono, ya que hacía mucho tiempo que no escribía precisamente sobre estas teclas en particular. Después de más o menos 10 meses al fin contraté servicio de internet para mi ya no tan nueva casa.
La violencia pues, creo que ese era el tema... o el pretexto.
La violencia de las cosas cuando valen, ahora enuncio. La voluntad es imperiosa, es terca. La voluntad de vivir es violenta si existe algún sentido posible (siempre, concedo, fabricado). Un animal de letras, un perro hecho de preguntas buscando el agua.
La saciedad no se encuentra en las cosas, tampoco en las palabras, la saciedad, en suma, no existe.
La necesidad en cambio, se crea y persiste.
Incluso, se procura.
La necesidad es una vulgarización de la voluntad. Una actividad subterránea que construye sus caminos debajo del ser y hacia su interior, un oficio engañoso en el que todos caemos.
Yo me cuestiono ahora (con soportes supraterrenos, hablando en este contexto) mi necesidad de escribir. Mi voluntad de aprehensión.
Me golpeo,
intermitentemente.
y divago.
sin remedio.
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